Deshidratación en terneros

Foto: resco-global.com
- La diarrea, el estrés térmico y la mala calidad del agua están entre las causas principales de la deshidratación en terneros. Identificar los síntomas tempranos y mantener una adecuada alimentación puede estableces la diferencia entre la vida y la muerte. Es una condición que puede ocasionar la muerte en pocas horas si no es tratada a tiempo.
La deshidratación en terneros es frecuente en las fincas ganaderas y en muchas ocasiones no se le presta la atención requerida. Esta alteración afecta funciones vitales y de no corregirse oportunamente, puede tener consecuencias fatales.
De acuerdo con lo afirmado por el asesor técnico de la empresa Nukamel LATAM, Jorge Eissmann, durante un evento organizado por Impulsemillas y Aso Ayrshire, la principal causa de deshidratación en los terneros es la diarrea. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo diferenciar si un ternero está deshidratado: consejos de un veterinario)
Aclaró el experto que la deshidratación es mucho más que una simple pérdida de agua. Implica un desequilibrio de electrolitos y fluidos, claves para el funcionamiento del organismo.
Esta condición se puede deber a 2 factores principales: Una pérdida excesiva de agua (mayoritariamente por diarrea) o una ingesta insuficiente.
Según Eissmann, esta última puede estar relacionada con un acceso limitado al agua, mala calidad de este líquido o condiciones como toxemias y estrés por calor, frecuentes inclusive en terneros, no solamente en vacas adultas.
Diarrea: más que una molestia.
La diarrea sucede cuando el cuerpo del ternero envía agua al intestino como una respuesta defensiva. Esto puede tener diversas causas. En los neonatos, una mala toma de calostro (por baja calidad, cantidad o tiempo) es un detonante frecuente. También influye la calidad de los suplementos lácteos: cuando contienen mucha proteína vegetal, el sistema digestivo no la procesa bien y aparece la diarrea.
Los cambios repentinos de la dieta, una incorrecta preparación del alimento o el uso de leche en polvo deficientemente diluida también son factores comunes. Otros casos tienen origen infeccioso, con virus como coronavirus o rotavirus involucrados.
Lo más grave de la deshidratación es la acidosis metabólica, condición en la que se aumenta la acidez del organismo. Explicó Eissmann que la acidosis es la responsable de que el animal entre en estados depresivos, caiga en coma e inclusive muera.
No ignore estos síntomas:
Una de las primeras señales es que el ternero deja de succionar. Pierde el apetito y, en consecuencia, se acostumbra suspenderle la leche. Es un error común en el campo: “Le cortamos la leche y se le corta la diarrea”, es una expresión que se escucha frecuentemente. Pero dejar a un ternero enfermo sin alimento agrava la situación. Sin energía ni nutrientes, no habrá recuperación.
Otros síntomas incluyen: ojos hundidos, orejas caídas, debilidad extrema, piel seca y pliegue de la piel visible en el cuello que no desaparece rápidamente. También pueden aparecer fiebre alta, pérdida de peso, pelaje áspero y finalmente, la muerte.
Enfatizó Eissmann en que no sirve aplicar antibióticos si no se rehidrata primero al ternero. Lel soporte del tratamiento debe estar en el agua. Esta debe estar disponible durante las 24 horas del día, ser limpia, fresca y cambiada frecuentemente. Muchos terneros no beben porque el agua está caliente o sucia, lo que agrava el problema.
En los casos leves, el ternero se puede recuperar bebiendo por sí solo. Pero si el agua no está en buenas condiciones, no lo hará. Por ello, desde el nacimiento debe tener libre acceso a agua limpia, no solo a leche o sustitutos.
No suspender alimentación:
El tratamiento ideal incluye 2 tomas diarias de 2 litros de agua cada una con sales rehidratantes, en la mañana y en la tarde. Las sales aportan electrolitos pero solo cubren entre 15% y 25% del requerimiento energético del animal. Por lo que, no debe suspenderse la alimentación con leche. Se recomienda suministrar las sales de 2 a 3 horas antes o después de la leche para evitar posibles interferencias en la digestión.
También debe evitarse el uso innecesario de antibióticos, a menos que haya fiebre o una infección confirmada. El ternero debe mantenerse seco, abrigado y sin dolor.
Como lo recordó el experto, una de las causas principales de mortalidad en terneros en su primera semana de vida son las diarreas mal tratadas.
La prevención, el conocimiento en finca y el manejo adecuado son las mejores herramientas para evitar que una situación tratable se torne en una tragedia.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero. Autora: Angie Barbosa.
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