Búfalos

Foto: Fedegán FNG

• Los sistemas de producción de búfalos requieren de un buen manejo, con características específicas según la zona geográfica donde estén, lugar en el que se les debe garantizar adecuadas condiciones y bienestar animal. Conozca sus etapas de producción y los parámetros productivos.

Que los rumiantes como los búfalos muestren su máximo potencial está en manos de sus productores, pues debe garantizarse con el manejo del animal y los pastos que se les suministra., como exponen en un artículo de investigación  Mery Mendoza, María José Pérez, Diego Galvis, Marcela Lobo y Marlon Sánchez.

Etapas:

Igual que los bovinos, los búfalos se agrupan en etapas o categorías, según su edad y su incorporación a la etapa productiva. La etapa desde su nacimiento hasta los 12 meses de edad coloca a los animales en el grupo de bucerro.

De 12 a 18 meses de edad, se cataloga al animal como añojo, para pasar luego a ser bubilla, que comprende de 18 meses de edad hasta el parto. Entre 18 y 24 meses, los animales son denominados butorete y a partir de allí para a ser butoro. Finalmente pasa a ser búfalo cuando se tiene el primer parto.

Generalmente los búfalos se destacan por su gran productividad inclusive en condiciones adversas de alimentación tales como pastos de mala calidad, con aportes nutritivos limitados, lo que ha hecho que se desarrollen bien en los actuales sistemas de producción con predominio de pastos naturales y prácticamente con dietas desbalanceadas y sin suplementación.

Parámetros productivos:

Sin embargo, los parámetros productivos se evalúan de acuerdo con la categoría del animal y a partir de allí, se toman decisiones en relación con su alimentación para lograr que exprese su máximo potencial. En relación con los parámetros productivos, existen unos explicados y recomendados por los expertos como son:

Para el peso al nacer, los machos deben tener 40 kg y las hembras 38 kg para tener al destete hembras de 260 kg y machos de 290 kg. La edad al destete es de 280 días.

Tienen un porcentaje de natalidad del 90% de búfalas en producción con resultados de 300, intervalo entre partos de 400 con 90  días abiertos y duración de lactancia de 280.

Aseguran los expertos que la ganancia diaria de peso de predestete es de 1.060 gramos/día con una edad al sacrificio de 280 días, un peso al sacrificio de 290 kg y mortalidad de crías del 3% y de adultos de 0,5%.

De acuerdo con los investigadores, los búfalos productivamente son excelentes ya que su utilidad cárnica es de alta calidad nutricional, siendo un producto con altos niveles de proteínas, bajos niveles de grasa intramuscular y colesterol, lo que la hace una carne magra.

Otro aspecto productivo importante es su leche, que contiene mayores niveles de proteínas y grasa en comparación con la de otros rumiantes, además los niveles de ácidos grasos saturados y lactosa son menores y posee altos niveles de minerales y vitaminas procedentes de la misma.

Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.

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Orejeras

Foto: CONtexto ganadero

• Las orejeras insecticidas son dispositivos de liberación controlada o lenta que se colocan en las orejas de los bovinos para el control de las plagas. Conozca el funcionamiento de estos dispositivos y sus ventajas e inconvenientes al utilizarlos.

Estas chapetas son piezas de plástico de diferentes tamaños  y formas impregnadas con algún antiparasitario insecticida (especialmente mosquicida) que se fijan en las orejas de los bovinos. Casi siempre contienen piretroides, organofosforados o mezclas.

Así se indica en el portal Parasitipedia precisando que se colocan con un aplicador que perfora el pabellón de la oreja y apuntan especialmente al control de la mosca de los cuernos.

La principal característica de las orejeras es que el insecticida se libera poco a poco y se extiende sobre la superficie del animal. Si no hay resistencia de las moscas, la orejera puede proteger el animal contra las moscas por periodos de hasta 3 meses.

Ventajas.

El artículo señala la importancia de colocar y fijar bien las orejeras pues de lo contrario, pueden engancharse en vallas o arbustos, desgarrar las orejas y perderse.

Para que la sustancia que se libera gradualmente se transfiera al resto del cuerpo, las orejeras se deben colocar de modo que al menos una parte de ella sobrepase el pabellón de la oreja, pero no muy cerca del borde porque puede rasgarse el pabellón y perderse.

Estudios realizados por David Boxler muestran que la aplicación de 2 etiquetas por animal adulto reduce mejor el número de moscas de los cuernos. Etiquetar solamente al ternero y no a la madre no proporciona control suficiente de la mosca de los cuernos.

En los bovinos de engorde extensivo, las orejeras brindan la protección más larga contra la mosca de los cuernos (3 y más meses). También ofrecen un buen control de moscas Musca autumnalis y de las moscas del establo (Stomoxys calcitrans) e inclusive de piojos. Sin embargo, no protegen contra las garrapatas.

En ganado  lechero, la mosca más frecuente es la mosca del establo. Como ataca en todo el cuerpo, especialmente en las patas, la protección de las orejeras a menudo no es suficiente. Por ello, además se debe aplicar un baño de aspersión a las patas cada 2 a 4 semanas.

Además de la larga protección, tienen ventajas similares a los inyectables y baños: están listas para su uso y por tanto hay menos errores de aplicación.

No se requieren gastos de inversión ni de mantenimiento, son relativamente flexibles en cuanto a dónde y cuándo aplicar. Por ejemplo, pueden aplicarse también cuando llueve, cosa que no se debe hacer con los baños.

Inconvenientes.

Su mayor inconveniente es la engorrosa aplicación, que exige poder inmovilizar los animales y el tener que quitarlas transcurrido el periodo de eficacia.

A los 3 o 4 meses se deben quitar las orejeras viejas, pues ya no liberan la suficiente sustancia activa para el control de las moscas. Si esto no se hace, se incurre en una subdosificación: las moscas sobrevivientes quedan expuestas a concentraciones subletales, favoreciendo el desarrollo de resistencia.

Si se trata de vacas lecheras, hay que poner y quitar las orejeras repetidamente, lo que puede generar el problema de que las orejas sean perforadas en exceso. Para evitarlo, es conveniente colocar la orejera nueva en el mismo orificio en que estaba la anterior.

De hecho con una sola orejera, o no colocándosela a todos los animales se incurre en subdosificación, pues la sustancia activa en parte pasa de un animal a otro, por contacto y frotamiento. Si hay animales sin orejeras, “quitarán” producto a las que las llevan, diluyendo su eficacia. La subdosificación puede favorecer el desarrollo de resistencia.

Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.

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