Parásito
Foto: bichosdecampo.com
- Más allá del daño físico que producen en los animales, las garrapatas frenan el desarrollo de la ganadería en regiones tropicales como Colombia. Su presencia ocasiona colosales pérdidas económicas, amenaza la competitividad del sector a nivel mundial y afecta la salud pública.
En Colombia y otros países tropicales, este parásito ha pasado de ser un problema veterinario a volverse una verdadera amenaza económica.
Según explica el médico veterinario Gustavo López Valencia, estos ectoparásitos hematófagos, que afectan animales domésticos, silvestres e incluso a los humanos, constituyen uno de los aspectos más limitantes para el desarrollo de la ganadería en climas tropicales y subtropicales.
El impacto económico se ocasiona en pérdidas directas e indirectas. Las directas se relacionan con la infestación misma con animales débiles por el consumo permanente de sangre, infecciones por hemoparásitos, abortos, retardo en el crecimiento, deterioro de pieles y alteraciones del comportamiento animal por el constante malestar.
Por su parte, las indirectas afectan toda la cadena productiva, desde los altos costos de los acaricidas y medicamentos hasta la dificultad para la comercialización de la carne y la leche con residuos químicos.
Un alarmante dato ilustra la dimensión del problema. Con una población mundial de bovinos cercana a los 1.200 millones de cabezas, las pérdidas anuales por infestación de garrapatas se estiman superiores a 7.000 millones de dólares.
En países con deficiente control, como Colombia, el costo puede alcanzar 7,3 dólares por animal / año, afectando hasta el 80 % del hato ganadero en zonas endémicas.
La garrapata Rhipicephalus (Boophilus) microplus es particularmente dañina, pues además de comprometer la producción de leche y carne por su efecto hematófago, también facilita la transmisión de hemoparásitos, lo que agrava el deterioro de la salud del ganado.
No actuar:
El impacto indirecto también pesa, ya que el uso frecuente de acaricidas aumenta los costos de producción. Por su parte, el inadecuado manejo contribuye a la acumulación de residuos químicos en los productos, lo que puede cerrar puertas en mercados internacionales.
Además, la presencia de este parásito dificulta la introducción de razas de alto valor genético, al no estar previamente adaptadas a estas condiciones endémicas. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Conoce usted el ciclo de vida de las garrapatas?)
Esto significa que el problema no se limita solo al ámbito ganadero. Las garrapatas también son vectores de agentes bacterianos, virales, parasitarios y fúngicos que pueden afectar a humanos y animales. Sin embargo, hasta ahora, no se han establecido con precisión las pérdidas sanitarias o humanas asociadas a estas transmisiones.
Por ello, subestimar estos parásitos es una conducta que ni la ganadería ni la salud pública se pueden permitir. Ante esta situación, se requiere establecer estrategias integrales de educación, vigilancia y control para frenar este enemigo silencioso antes de que los costos sean más altos.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero. Autora: Melanny Orozco.
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