Inmunoterapia

Foto: infosalus.com

• La protección del sistema inmune es la manera más sencilla que tiene el productor ganadero para tener animales sanos. Existen 2 maneras de lograrlo, que aunque tienen el mismo propósito, presentan algunas diferencias.

El sistema inmunitario es la defensa natural de los bovinos frente a las infecciones. Cuando un patógeno ingresa al organismo, se activa el sistema inmune y lucha para intentar eliminarlo. Con suerte, en la mayoría de los casos, el sistema inmune logra vencer al patógeno y no desarrollar la enfermedad.

Según publicación de la Revista Frisona, existen ocasiones en las que el éxito no es garantizado y se enferma el bovino, que de alguna manera depende de las buenas condiciones en que se encuentre el sistema inmune. Por ello es fundamental adoptar medidas para reforzarlo. (Lea: La importancia de contar con un plan de vacunación en su ganadería)

Es importante entender la diferencia entre vacunación e inmunoterapia. Esta diferencia radica principalmente en el tipo de respuesta inmune que se le induce en el animal al colocar una vacuna o un inmunomodulador.

Vacuna:

La vacuna es una preparación destinada a producir una respuesta inmune humoral contra uno o varios patógenos, mediante la estimulación de la producción de anticuerpos específicos frente a esos patógenos. El sistema inmunológico reconoce a los agentes de la vacuna como extraños, los destruye y los recuerda.

Cuando una versión de la infección realmente nociva llega al organismo, el sistema inmunitario ya está preparado para responder.

Las vacunas se emplean con carácter profiláctico, es decir, para prevenir o disminuir los efectos de una futura infección por los patógenos.

Inmunomodulador:

Es un agente destinado a producir una respuesta inmune celular, estimulando la producción de células defensivas y activando la fagocitosis. Potencializa la primera línea de defensa, por lo que es eficaz contra cualquier tipo de patógeno.

Los inmunomoduladores pueden usarse como tratamiento para las infecciones, modulando la respuesta inmune con una respuesta celular, que es la que interesa en ese momento para vencer la infección.

Como prevención, aumenta las defensas para que el animal esté en mejores condiciones para hacer frente a una infección futura.

De acuerdo con el tipo de respuesta que se induce, se puede concluir que la vacunación es una técnica preventiva mediante un mecanismo de acción lento, que genera defensas específicas frente a uno o varios patógenos para la protección del animal a largo plazo.

Por su parte, la inmunoterapia tiene un mecanismo de acción rápido, orientado a potenciar la fagocitosis, permitiendo combatir una infección presente, que también sirve para proteger al animal de infecciones nuevas elevando su estatus inmunológico.

Estas 2, son pues herramientas sinérgicas que mejoran las defensas naturales de los bovinos frente a las infecciones para reducir la incidencia de enfermedades, reducir su gravedad y aumentar las tasas de curación.

Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.

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